jueves, 29 de diciembre de 2011

Última entrada. Adiós "Suelo que piso".

Se cierra el telón.
Malditos momentos,
maldita función.

Son tales los desprecios al no sentir inspiración...
luces apagadas a la tarde, bruces tras figuras de latón...

Revivan las noches en las que degradan un amor,
ardían reproches, si humilde crece una flor.

Se acabó.
No hay suelo que piso.
No hay principio ni razón.

Todo cuanto creí poder tener,
a últimos de año feneció.
Ideas, hipocresías y límites,
manjares que boca no cató.

Acabó.

Sin más curo, dejando tras evasiones la herida.
Dormir contigo una noche: lo mejor que hice en mi arrastrada vida.

"Qué más da que pida,
si con cada aventura mi salida
fue morirme sin olvidarte.

Definitivamente me oxida,
me cubra de mierda y me diga
que demasiadas cosas son pensarte."

Aun así no termina
y me recuerda que dicho suelo no es pisable.
Cabizbajo, penetrante y dichoso camina
lejos en todo momento de ser amable.

¡Qué mentira! Fundir palabras sin que parezcan mil sables.
¡Qué agonía! Yacer con otras caras y sentir francamente inestable.
¡Quién diría! Que los suelos se dejan de hacer pisables.
¡De qué valdría! Seguir siendo este miserable...

Dejar patente en la tinta que hubo en mi vida momentos,
que contigo hubiesen sido grandes.
Ahora que todo suspira, entre poco más que lamentos
los llamo martirios con toques de desgarres.

Como por una y última repita,
que el suelo que fue pisable
del revés torna la vida
y sus pies un mar de cien mares.

Rizó pues, las cochambres en lo liso
y guiso tras guiso miró al espejo, y sumiso,
partió de sus lágrimas cuando quiso
decir que por fin acabó, con diviso.

Se pudo decir que es un NO.
Y un NO le dijo:
"Hijo, quiero cerrar tras puertas de adoquines,
las puertas de El suelo que piso".
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"Y así fue como un Dragón, tras lagrimear por su vida inestable en cierta ocasión y volar a la torre a por su dosis de realidad, volvió a lagrimear esta vez sin hadas. No se hable más. Cerró primero el ojo derecho, después el izquierdo y apretó. Brotaron y sellaron ambas dos la historia. Así casi mejor.

Sin escamas, ni paredes de condición.
Pero sí momentos que te hacen ver
que todo en la vida es movido por el amor.

La vida te brinda, apenas levemente la ocasión,
Dragón.

No hay más suelo que pisar,
ahora que ya sabes: dedícate a volar.

Acabado todo, este libro cerró."
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Dedicado siempre a las Hadas.
A los que me siguen/seguían.
Al suelo que piso.
A las fuentes de inspiración.
Un trocito (trozanco) a Javi que me aguanta
y a Noe que lo hemos vivido siempre de cerca TODO.

Y siempre a ti, por lo que lo empecé y por lo que lo acabo.


HASTA SIEMPRE.
(puntoyfinal)

miércoles, 23 de noviembre de 2011

De la lluvia el cielo. De llover... los tormentos.

Deja de romper, gota
de resbalar por los cristales.
Deja de fundir, flota.
No te agarres a mis retales.

Oyes escupir, y jadear los carnavales.
Nubes que al salir, procesionan tempestades.

Se escuchó latir,
y en su ventana clamó a voces
no pudieron sino medir,
los pálpitos de exclamaciones.

Mostrando a revivir dos corazas:
Dos corazones.
Las gotas, de azul a gris,
encerrándose a mil tirones.
Con oscuro relucir apagan sus ojos acordes
y merman las vidas el fingir,
y retan a Dios los mismos pobres.

¡Sal de aquí, nube gris,
que azules son las hojas que miran:
son dos robles!
¡Clava susurros, encaríñate a mi...
no pares de asegurarme,
no hagas que mañana los llore!

Sí, volvieron los demonios
a sentarse, y a escupir fuego.
En forma de dientes alegres
y de añoros de mil cerezos.
Convierten en mi la ceniza,
que hace noches fundieron el hielo.
Martillean abril las lágrimas,
de HELARTE bajo oxidados hierros.

¡Decidme pues qué me depara el infierno!
Ya que este invierno,
me ocultáis tras todo cadenas de sus dos cielos.

¡Suplidme al ver que dormir es más que un acto reflejo!
Llevadme a mi, y sólo a mi.
Que por quererlos,
soy el payaso que desde hace días
cierro los ojos,
y ya nunca duermo.

lunes, 12 de septiembre de 2011

De verde

Prado de hierba verde
que sobre débil suelo levantas,
a parpadeos sutil hermosura
llenas mis ojos de esperanza.

Verde, que alzan los mares
bajo ellos, nutren vida las algas,
como verdes de tarde en estanque
saltan de papel tus inacabadas ranas.

Son así, con follaje abultan
de primavera inscrita, de rocío mojadas,
un candil, que para mi ocultas
destacaron, sobre blanco rosadas.

Al seguir, pues, mi vil escalada
por el tronco, que al árbol asfixia,
encontré pendiente, fría y colgada
de la foto, una piedra, bajo sonrisa.

Porque no hay quien llene más brisas
que esa luz de madrugadas,
al romperse, en mañana avisa
que de oriente viene, cálido y de mañana.

Ya que sí, sobre prado levanta
el dorado de las avenas,
un abril de mi garganta
cantando a cabellos rubios penas.

Sol, que a noche espantas
y persigues golondrinas, y verbenas
eres tú quien a verde levantas
y responsabilizas un llorar de arenas.

Ya que, a los raijos bajo
de marrón, de seco, de espada,
un mármol bien frío me trajo,
el adiós de aquella mañana.

Ya acabo, y describo
un silbor que va enredado,
en el pasto que aflora esquivo
y arriba sol, que pace dorado.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Sábado

Sábado, retorna el hilo
que a semana parece esconderse.

Sábado, sigue el camino
imagino, que mis labios muerde.

Sábado, cuando ha llovido
a limpiar el alma, en lo verde.

Sábado, con triste sino
mi cabeza, la que siempre me pierde.

Es sábado, cuando imagino,
que de día despierte, para ir a verte.
Ahora sábado, termino,
con tez baja, de nunca más olerte.

Sí, triste termino,
al por última vez no poder mecerte.
Sí, de la pena amigo,
que sábado mira el techo...

Y hasta domingo, nunca duerme.

domingo, 28 de agosto de 2011

Palabras faltas

Me quedé sin palabras
y desde entonces,
del cielo no llueven flores
y claman las voces, que imaginarte son mis dolores,
y el llanto es el canto, de no oler tirabuzones.

Me quedé sin palabras
y desde entonces,
muere el arpa sin lagarta
que de aire llene mis pulmones,
esa trepa que me trepa, a solearme los balcones.

Y sigo aquí sin palabras
tras ya varios días,
este frío en la espalda,
con siempre cabeza vacía.

La traca final avisa,
cuando al fin corren telones,
y un aliento marcha aprisa...
Quedó sin risa. Quedó sin flores.

viernes, 12 de agosto de 2011

Lágrimas

Y los párpados se aprietan
entre sí para que caigan.

Esta noche... que te mezclas con la desgracia,
ya pasean cataratas, si mejillas de piedras tratan.

Como si todas ellas gritasen, pero en silencio callan,
y cual gotas evaporan, sacan de ti las entrañas.

Te desnutren, son la tiza,
que dibuja la metralla.
Del aire al suelo aterriza,
si ve que la bomba estalla.

No calla si deja escrita
que en papel yace mojada.
Aquí, que cuando me eriza,
veo la tinta emborronada.

Corazón que late aprisa
con el alma nadie ampara.
Esta noche son el lastre
que quiere que quiera:

A ti, mi hada.

lunes, 8 de agosto de 2011

Después de oler la vida

Es verano, y tan frío,
que cierro los ojos y me hielo.
Sin pasar de ese hilo,
y tiras de él para que venga en invierno.
Y que el infierno,
derrita el hielo de donde duermo.
Y que escondido,
me abrace el brío de aquel reflejo.

Porque te tragó,
por eso día a día beso aquel espejo.
No le doy más vueltas,
sólo yo se que estás ahí dentro.
Ensayo, no tengo oídos,
por eso te escucho tan lejos.
Ahora pinto, la playa donde nos rendimos prietos.

Que el agua del mar, dulce sabe mejor,
y tú sabes mejor que nadie. Mejor que yo.
Retales y suspiros, ese es tu sabor,
"Alardes de rayos grises"*, con fuego derretidor.

Me gustó caminar por la boca
que al sorber se mostró inerte,
descansando al filo de la copa
demostró a sí misma que se miente.

Quizá nunca precise
de calor que me convierte,
y me pregunte noche a noche
¿De qué color son mis ganas de verte?

"Color Abril es imaginar los brazo llenos.
Jugar así es sonreír, ganar el juego.
Un candil y su llama: el mejor agorero.
Mis ganas de verte: color reloj sin minutero"**

¿Qué hacer si cuando abrazo la almohada estás tú?
¿Qué hacer, si lejos de ser rosa, la gana de verte es azul?
¿Qué vivir, si al pensar en "mí" acabo pensando en "su"?
Roto el candil despierto, y sigue faltando luz.

Ya rojos quedan de no dormir,
mis ojos.
De duras, siempre a maduras,
mejillas a remojo.
Sangre que al salir escribe,
siempre escribe en rojo.
Que sabe que estás ahí,
encerrada entre cerrojos.

Es mi todo, superior a la suma de las partes.
Pinta en sí la bastilla, que tomaron aquel viejo martes.
Y martes, venus grita con oxidados alambres.
Con enredos, con mejillas, con puntillas y con enjambres.

Son alardes congelados, de una nieve que blanca arde.
Y hierve, que a pocos grados soy cobarde.
Corazón sereno, si las olas son la madre.
Entre hada y hada recita, su favorita, esta parte:

"Ya podrán fantasmas derrumbarme
y hacerse un hueco en mi nicho,
que ruina tras ruina, yo, levantaré otro castillo.
De ilusiones rotas y sueños perdidos;
De pedazos de historias y TE QUIEROS que aun no he dicho.
Y al asomarme al balcón de mis tormentos,
aullar con la voz de un grito:
¡Con sangre y vino, le daré sentido a mi camino!"***



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*Frase extraída de la canción "Con tragos de tu almohada", Álvaro Sánchez.
**Poema corto "¿De qué color son mis ganas de verte?", Álvaro Sánchez (no publicado).
***Fragmento de la canción "Sangre y vino", de Contranatura, aquella que escucho cuando como el fénix, debo resurgir de mis cenizas y alzar el vuelo, para reencontrarme contigo.

sábado, 30 de julio de 2011

Me disgusta

Me disgusta escribir, toda esta mierda.
Me disgusta vivir, en esta pobre tierra.
Me disgusta seguir, sin recoger hoy la siembra.
Me disgusta dormir, sin sueño que me comprenda.

La semana

Suena el arpa, ruge su canto
la púa en boca y folios en blanco.
Sólo visitan, lágrimas y llanto
salada condena de ser su lagarto...

Brindan las gentes, se postra en el lecho
mirada perdida, vigila su techo.
Busca en la carpeta, de amores ya muertos,
cómo pasa la vida... cómo pudo no estar despierto...

Son los jaleos, que chillan la oreja,
son los latidos, que guarda en carpeta vieja,
renacen perdidos, entre tinta y hojas sueltas...
Cómo eran de niños, y ahora la vida pide cuentas...

Son más que chiquillos, jugando a las tormentas,
rompiendo castillos que no son de arena.
Zagales antiguos, y ya canas cuentan...
entre limones y agrillo, echan de menos su huerta.

-"Abre los ojos tío, que el techo aun sigue ahí".
-"Tenía la mente en el frío, y en las pocas ganas de dormir".
-"Si no juegas al perdido...¿Por qué te falta el sonreir?"
-"Amiga conciencia mía, voy cansado de discutir...
tengo la cabeza escondida, entre olas de vil serrín...
maldigo que no son horas, de parar, de no salir...
no quiero mil caracolas, quiero una que me enrede a mí.
Que entienda que si hace frío, su concha me hace seguir..."
-"Para el carro amigo, ¿qué pretendes tener?
¿una concha contra el frío, para en tu espalda sostener?
¿no ves que de todo tipo, es digna de merecer?
sea hada, nube o brisa, sea dragón con corazón sin piel..."

Corazón sin piel luce el despellejo
suena la marea, recuerda los tiempos viejos.
El trasiego del vino, que vino complejo,
lo que son el destino y las luces del firmamento.

Lo que es vida, y esta noche lee su cuento.
Vida dice desentendida, que no cuadran estos lamentos...
Que cuando Vida sale rica, de azúcares, de despiertos
Luna place escondida, con su hoy débil rayo en el lecho...

Así, abatida, al alba muerta
deja Luna, tras de sí la puerta.
Con su rayo, que hoy Sol alimenta,
con la estrella, que hizo caer en la cuenta.

Ya no grita, resbala el salado manto,
si fuera Luna, Mariposa o quizá Lagarto.
Sol es uno, aunque lo veas siempre tan alto.
"Lo sé, conciencia mía, pero hoy la vida es tan sólo llanto..."

jueves, 21 de julio de 2011

Ni 20 enredos

Que no sabes qué tengo,
ni de dónde he salido.
Si me ladras te muerdo.
Lo sabes, cuello amigo.

Podría ser "tan voraz como aquel vampiro",
si no mirases atrás para ver si te sigo.
Cláramente ando cohibido,
de tus lazos, de tus brazos, de tus "miro".

Ir o venir, ¿qué más da si te sigo?
Con alas en los pies, para asaltar el castillo.
Si te veo es lo que escribo,
un forraje de silencios que gritan como siendo hervidos.

Ni 20 enredos me hicieron elegir
lo sabes bien, yo luché a morir.
Un enredo me basta...
Maraña rizada que hace seguir.
Ni 20 enredos...
Y enredado tengo aquí
el rizado, el alado, uno que conserva el candil.
El que abre el balcón,
el que muerde la flor,
uno que olvida el Enero
uno que baja la vista, si le llaman "te quiero".
Asusta y vuelve, para contar en Febrero
y sin prisa ya llega el Abril, sin sombrero,
y con tantas ganas de seguir...

Que me caigo del cielo, por tal castillo subir...


lunes, 18 de julio de 2011

Tu sudor

No hay calor esta mañana,
el calor, "la calor"... y vacía la almohada.
No hay sudor que mis poros repara,
hay temblor, y cuando acuesto: una campana.

El aliento que sigue tibio: me falta,
"nariz con nariz", y amaneciendo besarte la espalda.
Es así, saber qué escondes ahí parada
me miras, sonrío, subimos: me matas...

Espero sin aliento saber qué me guardas
con miedos a los que no espío,
con valor para librar batallas.
Con pudor que nos quita el frío,
con temblor que mis piernas agarra
con ardor que me clava en vivo...

Tu sudor... que mis poros repara...


martes, 12 de julio de 2011

"Casi cuaderna vía" de Dragón y su princesa

Un reptil pequeño, dragón de cuentos alado
tan sin duda incierto, es un reptil esmirriado.
En un sinuoso invierno, corre tiempo helado
mece dragón pequeño, llanto en pasos parado.

Suspira el dragón si un nadie lleva a su lado
entre canción y canción, cuentos de separado.
Para idea al dragón, que jamás había pensado
aventura vil piensa: buscar amor quebrantado.

Lee historias y cuentos, con princesas encerradas
primero abre lento, el desván que los guardaba.
Un sinfín de hojas secas, inquietud revelaban
para a leer primero, de "Princesas Escamadas".

Contaba leyenda, "que princesa al ser besada
tras día reprimida, de su sueño despertaba.
Con arpa rima yacía, y noche que la helaba
canto quitaba el frío, y a su amor esperaba".

Triste saber entonces, triste dragón alado
triste se pone entonces: jamás había volado.
bate las alas en pose, bate alas en vano.
Ni palmo del suelo. Su princesa: sueño mundano.

Llora el dragón pequeño, al ver sueños truncados
cara vida claman, lágrimas de mar ahorcado.
De las aguas del ojo, de ese mar salado,
ya le brotan dos hadas, una de cada lado.

La primera del morbo, la primera pagana
la segunda sencilla, que de amores hablaba.
Ambas conocían, a su Princesa Escamada
y ambas sabían hacer que este dragón volara.

Así pues con brío, vuelve a batir él sus alas
vuela hacia el castillo, con polvo mágico de hadas.
Dice adiós tras brillo y ellas marchan encantadas
un amor que concilia, el fervor de su añoranza.

Vuela alto a toda prisa, con el viento a favor
princesa escamada en torre, dentro de caparazón.
Cuando llega corre brisa, grita hacia el mirador
la princesa sale aprisa, ve que sólo es un dragón.

Cierra ventana y muro, cierra después el portón
cierra la boca y embudo, se mete en caparazón.
Prueba a medir repisa, juega a no ser un dragón,
bate las alas limpias, que polvo de hadas quedó.

Ya no vuela sino repta, ya se sienta a pensar
"¿Cómo vinieron las hadas?¿Cómo pude volar?
¿Cómo el aire me levanta? Cuanto sufro si no está...
¿Quién sus sueños alimenta?¿Por qué yo no puedo estar?"

Pobre dragón postrado, llora solo sin parar
su princesa no le quiere, se descama al no pensar.
Vienen nubes, tormentas, el dragón se va a mojar
da igual que moje pena, si ya todo le da igual.

Al fin ocurre la idea, volando la raptará
verán la luna entera, verán la luna brillar.
Será indispuesta princesa, que de sueño despertará
será dragón en cielo, y con alas de verdad.

Así pues cuenta a sus hadas que pronto la raptará
hará de tripas coraza, y en el cielo libará.
Surcará tierra primero, y después yacerá en la mar
dejará de lado agoreros, que mal pintan tempestad.

Dragón corre deprisa, y escala con frialdad
su princesa escamada, espera sin cuenta atrás.
Asoma hocico primero, asoma hocico en cristal
era ella, la de sus cuentos. Era ella, la de verdad.

Corrió y enganchó primero, la coraza con frialdad
alzó pues el vuelo, a la princesa que lo querrá.
Viajó hacia los cielos, a la tierra de la mar
plantó los regaderos, de amapolas al brotar.

Pues bien descamose, princesa al fin podrá dormir
Dragón fundió las alas, con azucares de vivir.
Descamada rige princesa, con sus ganas de seguir
Dragón relata contento: "¡Ya por fin lo conseguí!"


miércoles, 15 de junio de 2011

Se pregunta ego

¿Por qué los grillos gritan hoy tu nombre?
¿Por qué si todo acaba es cuando todo empieza?
¿Por qué la luna se eclipsa esta noche?
¿Por qué me regalas desordenes de tu cabeza?

¿Por qué las paredes hablan?
¿Por qué tu boca tropieza?
¿Por qué los duendes me evitan?
¿Por qué me abandonas, cerveza?

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Porque no quieren olvidarte.
Porque el final es el mejor de los comienzos.
Porque el sol y ella se pelean.
Porque lo mejor de ti son mis tropiezos.

Porque clavan los tabiques hondos.
Porque calla, otorga y así no inventa.
Porque codean mis putos jaleos.
Porque sin ella no caíste en la cuenta...

domingo, 12 de junio de 2011

Pensamiento animal

Son vueltas lo que da la cabeza,
son ríos que saben a menta.
Cataratas, hojas muertas...
son ladridos y cohetes que atormentan.

Mis manías, son su boca abierta,
nariz espía, ojos sin venda,
matiz de día, y de horas muertas,
querida mía, de sed siempre me tientas.

Tiemblo del frío, lamento del tiempo.
Sólo es brío, y ese brío tan cierto...
Beso hielo, y brillo: me atormento.
Es latido, tictagueo y también me miento.

Presiento, siento sentir tanto lamento,
si es escaparate humbrío. Si no lo digo reviento.
En extraños lares, contínuamente pienso.
En sentir suspiros nariz con nariz, y vuelo.

martes, 7 de junio de 2011

"Soneto y Soleá" de las flores que te debo.

Tristes crisantemos ven a la orilla
las lápidas del dolor venturero,
esqueje en geranio de amor austero,
miran y claman, y se va la vida.

Se relaja y ríe el sol cristalino
que loco tiembla y que enfermo llora,
si incansable persigue amapola,
sin ver caer el amargo destino.

Aun siempre oliendo a espinas y no a rosa,
jugando polen a construir castillos,
vuelan juncos, lavanda y mariposa,

Vuela la vida de agrillo en agrillo.
Flores de almendro, robles de ancianidad,
y luce mi sol, que brota amarillo.

Me huele a jazmín la verdad,
me duele cuando este lirio
Canta "Soneto y Soleá".

domingo, 5 de junio de 2011

Sin Ganas

Cansado, sin sueño,
vil vida. Inerte.
Falta ritmo y argumento,
sobran horas pa' romperme.

Cansados tus días,
de caer y recogerte,
como cansan las caricias
de esperar y al fin se mienten.

Perspicacia, vuelan besos.
Llano, seco, obediente.
En cuarteta son los versos,
y a serventesio no convierten.

Es que me cansa el hada,
y aun luchar y no tenerte.
Las fuerzas siempre acaban chicas,
y es cobarde lo que fue valiente.

Es que me canso, no hay ganas
de dormir y que despierten.
Ni ganas de noche, ni ganas de día,
y aunque me joda decirlo: ni ganas de verte.

No hay fuerzas, tampoco salida
ni ropa que me caliente.
Tengo frío de caricias,
tengo error que amor convierte.

Sin ganas locas, sin ganas ricas,
sin ganas cuerdas, ni ganas tienen.
No hay ganas grandes, ni ganas chicas.
Por no haber ganas: ni de quererte...

viernes, 3 de junio de 2011

Al Pescador

Anduvo en la noche entrada
el joven de mar hambriento.
Anduvo en noche: madrugada,
agua y sal, y preguntas al viento.

Viajan en su cabeza ocupada
la caña del pensamiento,
botas altas y altas ramas
y las ratas de su lamento.

Oyó las olas que lo helaban
yació fruncido, digno, inquieto.
Postró el rostro que emanaba,
y para olvidar quebrantó el tiempo.

No es más que amor hervido,
no es más que sal en caldo,
como ya dije: rostro fruncido
y el propósito de olvidarlo.

Sienta pronto mirando fijo
no desespera si no hay pescado.
La mar en reflejo dijo
que sólo el tiempo es quien cubre el llano.

Entonces piensa y fiel espera
a que el agua dé su regalo.
Fija vista en luna llena,
en sus ojos de haber llorado.

Canta el gallo, cae la brisa,
luce el alba y no ha picado.
Su red pues, vacía, si no pica
tan siquiera un "mujo" de palmo.

Marcha a casa, se despide
de otro día. Cruz de palo.
Mas se alegra de no estar triste,
y sus ojos de haber llorado.

miércoles, 1 de junio de 2011

Extravío

Hastío, disgusto, amor… tedio…
Carencia que moja la falta de remedio.
Dos almas, y solo piel de por medio.
Dos almas, y ahora sólo un puntal de hielo.

Si ayer hizo bueno, ¿por qué cae lágrima del cielo?
Si la nube se hizo gris… si de noche es cuando tiemblo.

Bajó el telón… y no supimos aplaudir.
Siempre tú en la función… y no pudimos seguir.
Ahora rondan los cimientos del escombro que cae gris,
Y en los prados amarillentos, se recogen espigas a mil.

Ni sembrando tardes, noches espero recoger.
Y aun secando mares, la tierra esperaba volver.
Trago arena, y el mundo trata de encoger.
Coso penas, y la muerte me viene a morder.

Si piensas que no sabes seguir: sigue.
Que mañana caeremos todos, y reiremos.
Aun cuando caiga sal del techo: vive
Y cuando tengamos que morir: moriremos.

domingo, 29 de mayo de 2011

Mi ventana

En la ventana del norte luces: la ciudad.

En la ventana del norte brisa: frialdad.


En mi ventana al norte

oigo la gente pasar,

animales que volaban,

sirenas que saben hablar.


¿Y esa noche mía?

¿dónde estás? ¡ven a verme!

¿Dónde está la noche jodía?

Que sin ella la luna no duerme.


Sólo descansa cuando es día

Y girando juega a entretenerse.

Su cabeza: reina de la hipocresía,

la madeja de lo que todo pende.


Ahora las chicharras gritan

Y los grillos hacen de plebe.

Mi ventana, la luz que marchita.

Coloides, que se apagan al verme.

Alquerías remember...

Necesito el árbol,

que al escribir me de sombra,

que proteja del fuego,

que a los ojos estorba…


Necesito el limonero

en cual brazos, azahar brota.

Dígaselo al fuego austero,

dígale al que mis ojos estorba…


Luego busco el camino

entre tablachos y acequias hondas.

Pozas secas y seco río,

secos pastos y secas brozas.


¿Dónde está mi albedrío?

¿Dónde se muere la alforja?

Antes nido, ahora ladrillo.

Antes sol, y ahora puta sombra.


Sigo y busco ese camino,

en limones que suelo adornan.

Huerta mía, huerto mío.

¿Dónde estás? No te me escondas.


En su huerta ya hay ladrillo,

pinta verde y “Don Dinero” arropa.

Quizás parque, quizás castillo…

quizás chiquillo, que sueño rompa.


En mi huerta mandarinos.

Y el agrillo. Y a la sombra.

Sol estorbas, asesino

que a mis ojos miras, y tras verte lloran.