miércoles, 23 de noviembre de 2011

De la lluvia el cielo. De llover... los tormentos.

Deja de romper, gota
de resbalar por los cristales.
Deja de fundir, flota.
No te agarres a mis retales.

Oyes escupir, y jadear los carnavales.
Nubes que al salir, procesionan tempestades.

Se escuchó latir,
y en su ventana clamó a voces
no pudieron sino medir,
los pálpitos de exclamaciones.

Mostrando a revivir dos corazas:
Dos corazones.
Las gotas, de azul a gris,
encerrándose a mil tirones.
Con oscuro relucir apagan sus ojos acordes
y merman las vidas el fingir,
y retan a Dios los mismos pobres.

¡Sal de aquí, nube gris,
que azules son las hojas que miran:
son dos robles!
¡Clava susurros, encaríñate a mi...
no pares de asegurarme,
no hagas que mañana los llore!

Sí, volvieron los demonios
a sentarse, y a escupir fuego.
En forma de dientes alegres
y de añoros de mil cerezos.
Convierten en mi la ceniza,
que hace noches fundieron el hielo.
Martillean abril las lágrimas,
de HELARTE bajo oxidados hierros.

¡Decidme pues qué me depara el infierno!
Ya que este invierno,
me ocultáis tras todo cadenas de sus dos cielos.

¡Suplidme al ver que dormir es más que un acto reflejo!
Llevadme a mi, y sólo a mi.
Que por quererlos,
soy el payaso que desde hace días
cierro los ojos,
y ya nunca duermo.

1 comentario:

  1. Soy mala para las metáforas y esas cosas...pero me gusta (y sabía q sucedería tarde o temprano) que hayas vuelto a escribir algo =)

    Fdo: SombrerosDePaja ;)

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