En la ventana del norte luces: la ciudad.
En la ventana del norte brisa: frialdad.
En mi ventana al norte
oigo la gente pasar,
animales que volaban,
sirenas que saben hablar.
¿Y esa noche mía?
¿dónde estás? ¡ven a verme!
¿Dónde está la noche jodía?
Que sin ella la luna no duerme.
Sólo descansa cuando es día
Y girando juega a entretenerse.
Su cabeza: reina de la hipocresía,
la madeja de lo que todo pende.
Ahora las chicharras gritan
Y los grillos hacen de plebe.
Mi ventana, la luz que marchita.
Coloides, que se apagan al verme.